domingo, 15 de julio de 2007

Las pioneras

palabras clave: objetivos del laboratorio de ciencia escolar, líneas de trabajo de un laboratorio de ciencia escolar
Queridos visitantes y demás compañeros de ruta:
como verán las “entradas” del blog van apareciendo por cuentagotas; sabrán comprender, por la multiplicidad de tareas que nos ocupan. ¡Y es solo un trabajo!
Pero cada vez que encuentro alguna pieza del rompecabezas, o algún estudiante o colaborador me envía material... sigo creyendo que esta comunicación con ustedes sigue teniendo bastante sentido.
Se dieron cuenta que este blog no es un lugar donde los estudiantes del profesor fulano cuelgan sus trabajos. Talvez más adelante se pueda habilitar una página web para colgar de esa manera, y también documentos “enteros” que van surgiendo de nuestro trabajo.
El blog “la vida y al ciencia” pretende ser una forma de comunicación de este laboratorio de ciencia escolar, de sus quehaceres e inquietudes, de sus producciones... Un laboratorio que, en este 2007 intenta nuclear a 230 jóvenes estudiantes, y a todos los padres, colegas, científicos y vecinos que deseen sentirse parte.
Dos metas “útiles” podrían ser entonces:
1) la consolidación de un laboratorio de ciencia escolar y
2) la consolidación de una red de personas e instituciones que hacen cosas que tienen que ver con el estudio de la naturaleza y su conservación.
Posibles objetivos de un laboratorio de ciencia escolar podrían ser estos:
1) favorecer la participación integrada de estudiantes, docentes, científicos, padres, vecinos, instituciones y toda persona que se interese por la naturaleza, su estudio, su conservación, y por las ciencias naturales;
2) impulsar la ciencia escolar y recreativa;
3) crear una red de personas e instituciones que se interesan por la naturaleza y su conservación;
4) difundir conocimientos y opiniones sobre la vida en general y la vida humana en particular.
Si alguno de estos objetivos también es tuyo, entonces ¡intercambiemos nuestros “haceres” y “padeceres”! ¿No sería bueno poder hacer intercambios entre laboratorios de ciencia escolar, o como quieran llamarle? Si a alguien le interesa esto, por favor, pegar el chiflido. Les prometo que no será a costa de nuestro magro tiempo familiar ni de nuestras pocas horas de sueño.
Y con respecto a la red alcanza con enviar cualquier granito de arena a ciencia20@gmail.com para ser parte de ella.
Así que están todos invitados a consolidar juntos. Como dijo un músico español en el Teatro Solís después de anunciar su próximo tema: “¡Vamos p’allá!”.


El título de esta editorial alude a “estudiantAs” que, con sus trabajos, han impulsado 3 líneas de trabajo que han cobrado fuerza en nuestro laboratorio.
Cecilia, estudiante de 1º hace por lo menos 5 años atrás, entrevistó a su abuela acerca de unos animales salvajes que acostumbraban hacernos muy desagradables visitas pero, afortunadamente, esto quedó en el pasado. Esta entrevista dio comienzo a nuestro anecdotario de vida salvaje.
En el curso de 1º de 2004, los estudiantes de aquel entonces pusieron mucho esfuerzo en encontrar Z.A.S. (zonas ambientalmente significativas). Hacia el fin de curso 2006 de 1º, 4 valientes estudiantas retomaron esta línea y dieron a conocer una zona seguramente poco valorada desde el punto de vista ambiental: una cancha de fútbol del complejo de viviendas Euskal Erría.
También a finales del 2006, pero del curso de 2º, Lucía aceptó el desafío de emprender un trabajo que no tenía antecedente en el laboratorio: viajar al cuerpo humano. El entusiasmo que puso en esa tarea es digno del mejor ejemplo. Este año, muchos viajeros del cuerpo han seguido los pasos de Lucía... ¡y ya verán más adelante ustedes qué viajes, señores!

Viaje al cuerpo humano

Palabras clave: desenredando los tubos del cuerpo, tubo digestivo, tubo respitatorio; ojo, encéfalo, médula espinal.
Soy un ser humano convertido en un microorganismo, soy muy chiquito. Voy a hacer un viaje por el cuerpo humano!!!
Voy a entrar a un órgano que es el ojo!! Penetro la córnea, que es sencillamente transparente, después seguiría la cámara posterior [¿posterior o anterior?] es humor acuoso sigo y me encuentro con el iris, es el “color” del ojo. Lo siguiente es el cristalino, es una lente transparente y elástica este enfoca la imagen en la retina. Lo paso y llego a la cámara posterior contiene gelatina transparente, llegué a la retina: es una membrana que está en el fondo del ojo; contiene conos y bastones (son células) que permiten ver detalladamente colores, formas y movimientos.
Después de ésta me encuentro con otra membrana: contiene vasos sanguíneos y un pigmento negro llamado melanina. Se llama coroides.
Paso ésta y llego a otra, es dura y resistente denominada esclerótica. Llegamos a un punto que es el intermediario: es el nervio óptico Este conecta al ojo con el cerebro, transporta información eléctrica para que el cerebro la pueda “entender”.
Llegué al cerebro (foto derecha), sin él no nos podríamos mover, razonar, pensar, hablar, etc. Está formado por sustancia gris y blanca. Tiene centros sensitivos situados en ciertas regiones de cada hemisferio, también tiene sus “componentes”, sus “ayudantes” vendríamos a decir: el cerebelo, que está situado por debajo de la parte posterior del cerebro, y está unido por medio de pedúnculos (los superiores); al lado nos encontramos con la protuberancia anular, es una ancha banda blanca, transversal en forma de semianillo, hace saliente delante del cerebelo, por debajo de los pedúnculos cerebrales, por encima del bulbo. Paso al bulbo (raquídeo) que tiene forma de un cono truncado, se haya entre la protuberancia y la médula espinal; sigo un poco más y me encuentro en la medula espinal (foto izquierda), es un tallo cilíndrico, aplanado de adelante para atrás de color blanquecino.
Salto desde la médula a una vértebra para poder pasar a la faringe, voy un poco para arriba y me encuentro con las fosas nasales, allí entra y sale aire.
Encontré aquí una compuerta llamada epiglotis que hace que al comida no pase para el tubo respiratorio y sí para el digestivo; en caso de que pase algo de comida reaccionamos tosiendo.
Primero voy a ir por el tubo digestivo, el primer órgano [¿Es realmente el primer órgano? ¿Y la cavidad bucal y la faringe?] es el esófago, es el encargado de transportar los alimentos para que lleguen al estomago, una vez allí permanecen un rato hasta que van al intestino delgado.
El estómago [¿el estómago o el intestino delgado es quien se conecta con estas glándulas?] está conectado al hígado, páncreas, estas son glándulas que expulsan líquidos, también el intestino grueso forma parte de ello y en su final se encuentra el ano, por donde sale la materia fecal.
Voy a subir hasta la faringe para poder ir al otro tubo, el respiratorio, comenzando con la laringe: participa en la formación de la voz, sonidos y ruidos que emite la boca. Le sigue la tráquea: es un tubo con cartílagos, es de forma cilíndrica.
En el final de este tubo, se divide en dos “ramas” llamadas bronquios, cada uno a su vez se divide en muchas ramas cada vez mas finas, en las puntas de cada rama tienen alvéolos, son unos “globitos”.
Los bronquios se encuentran en la cavidad torácica junto al corazón, la tráquea, etc.
La función del corazón es bombear sangre al todo el cuerpo.
Al finalizar el viaje me doy cuenta de lo importante que es cada órgano del cuerpo humano.
Viajera: Lucía, 2º, 2006

¿Quieres ayudarnos?
Busca buenas respuestas para aclarar los puntos que se han puesto en duda aquí [ ].
Consigue más fotos de los lugares que visitó Lucía en su viaje y compártelas con nosotros.
Haz tu propio viaje, escríbelo y envíanoslo.
¿Te animas a hacer un mapa del cuerpo? ¿Te parece necesario contar con uno?

Entrevista a alguien que vivió las plagas de langostas en nuestro país

Mi abuela me contó que ella vivió las plagas de langostas.
Me dijo que fue a finales de la década del 30, entre 1936 y 1940, ella tenía alrededor de 11 años.
Me contó que de repente el cielo se nublaba y aparecían las langostas haciendo un ruido raro. En un momento devoraban las plantas, y ella y su madre salían con ollas, tapas y gritando, para que se asusten y se vayan.
A ella le daban mucho miedo y no se acuerda si en primavera o en verano, estación en que las langostas aparecían, se pasaba mirando el cielo.
Cecilia "mordió el anzuelo" por un comentario en clase sobre otras épocas del uruguay en que las langostas hacían estas desagradables visitas en masa. Recordó que su abuela le había contado al respecto. Este trabajo fue archivado en el laboratorio entre 2000 y 2003.
¿Quieres ayudarnos?
¿Conoces a alguien que haya vivido una plaga de langostas? Pídele que te cuente... y luego cuiéntanos.
Busca imágenes que ilustren la anécdota de la abuela de Ceciia.

domingo, 8 de julio de 2007

Mi concepción de la evaluación en 6 preguntas

Palabras y conceptos clave: aspectos de la actuación del evaluado, evaluación cuantitativa y cualitativa, evaluación estandarizada, evaluación más allá de la nota, ética del evaluador, evaluación fina del aprendizaje
Me han formulado estas 6 preguntas sobre evaluación y las respondí. Pensé si era oportuno publicarlas. No quiero que este espacio de publicación tenga dueño con nombre y apellido, aunque sí un responsable que soy yo. Pero creo que el tema es tan importante y trascendente que merece ser discutido ampliamente. Entonces, aquí les planto mis ideas para que me tiren con todo, y de esta fricción surja algo bueno “en comunidad”.
  1. ¿Cuáles son los puntos que tienes en cuenta a la hora de evaluar?
    ¿A qué se refieren con puntos? ¿A los “criterios”, a los “aspectos” que quiero medir o nivelar? ¿O a las ideas con las que me muevo al evaluar, o sea, de qué parto, cuál es mi concepción sobre qué es evaluar y cómo evaluar?
    Con respecto a mi concepción, creo que cada estudiante es un mundo y tiene un pasado (historia), presente (coyuntura) y futuro (expectativas) que determinan su actuación.
    También creo que hay una falsa oposición entre darles notas o darles “solo juicios” a los estudiantes. En una evaluación “de verdad” uno debe trascender estas cosas.
    La esencia está en poder dar información “científica” sobre el trabajo del estudiante. Que sea confiable, relevante, útil y manejable.
    Con respecto a los aspectos, uno debe preguntarse más temprano que tarde: ¿qué aspectos de los estudiantes pongo más esfuerzo y preocupación en desarrollar durante mi accionar como docente? Y, como respuesta, debe salir una lista de aspectos actitudinales, procedimentales y cognitivos, como me pasó a mí.
  2. ¿Cómo relacionas dichos puntos con el aprendizaje de los alumnos?
    Ante todo: ¿qué es el aprendizaje? Una forma de verlo es “generar una nueva integración” en el estudiante, sea a nivel de qué sabe, de cómo piensa, de cómo hace, de cómo actúa, de cómo se para ante la vida, etc. A través de la evaluación trato de intuir o vislumbrar algo de esto. Pero reconozco estar en pañales aún.
    Opino que, en general, a la sociedad (estudiantes, padres, burocracia, autoridades, políticos, colegas, nosotros) no le interesa realmente si el estudiante aprende en el sentido de “tropezarse cada vez menos” o de “adquirir sólidamente las mejores verdades posibles”. Así como están armadas las cosas, uno puede tener mucho éxito en su deambular por el sistema educativo, y sin embargo aprender muy poquito o casi nada.
  3. ¿Qué valores les das a la evaluación cuali y cuantitativa?
    Son complementarias. Es como con los datos del tiempo. “Cielo cubierto” es cuali y “temperatura: 8ºC” es cuanti. Pero creo que, en una evaluación “de verdad”, se tendría que poder aclarar al estudiante o a sus adultos responsables: ¿cómo es su trabajo? ¿cómo trabaja? ¿qué tipo de dificultades podría estar teniendo? Y todo esto es “cuali”. No creo que con un promedio de “notas” y con un juicio “aceptable; debe trabajar más” estemos contestando seriamente esas preguntas que estudiantes y padres quisieran que les respondiéramos.
  4. ¿Qué es evaluar para ti?
    Evaluar para mí son varias cosas que debo hacer “a cada rato”, que están encadenadas y son partes de un asunto solo que es “evaluar”:
    “nivelar” (determinar el nivel de “desarrollo” en el que probablemente estén ciertos) aspectos que me fijé de antemano: actitudinales, procedimentales, cognitivos;
    medir la distancia que hay desde una producción o actuación de un estudiante hasta la producción o actuación que me fijo como modelo (cuanto más baja es la nota, más distancia hay);
    medir el rendimiento de una producción;
    generar información sobre la actuación del estudiante a partir de ciertos “datos”:
    el comportamiento (cotidiano) del estudiante en el aula, todo lo que dice y hace que uno puede captar:
    -los trabajos que entrega (producciones);
    -autoevaluaciones del estudiante;
    -control de su cuaderno;
    -diagnósticos;
    -entrevistas al estudiante y a familiares;
    -(etc.)
    Esta información es relevante para el estudiante en primer lugar, también para sus familiares. Si se pudiera ESTANDARIZAR la evaluación podría existir una “historia educativa” de cada estudiante desde su enseñanza preescolar hasta el final de una carrera universitaria... o incluso más allá.
    (Sigo con las cosas que significan evaluar...): acreditar suficiencia para continuar estudios posteriores;
    certificar el aprovechamiento del curso;
    establecer un “perfil de partida” del estudiante al comienzo del curso, para delinear estrategias de intervención pedagógica en un grupo de estudiantes;
    darle un “sueldo” mensual o bimensual al estudiante por su trabajo, que es su promedio: si es suficiente, su trabajo es suficiente; si recibió un aumento o incentivo...; si se le descontó..., etc.
    Como línea de trabajo de futuro, se podría trabajar en lograr realizar la “evaluación fina del aprendizaje”: ¿el estudiante está aprendiendo mucho, poco o nada? ¿cómo aprende?
  5. ¿A plicas algún modelo de evaluación en particular?
    Si me presentaran una clasificación de modelos de evaluación y me aclararan las características de cada uno, talvez podría identificarme con uno. Mientras tanto prefiero decir que aplico “mi modelo” que construí a partir de las “piezas” que fui consiguiendo de acá y de allá...
  6. ¿La evaluación es para vos un instrumento de poder?
    Si aceptamos que el poder no es algo bueno o malo en sí mismo, sino que depende de los valores y de las intenciones con que lo manejamos, entonces podemos pensar que la evaluación es, de todas las tareas que componen mi trabajo, la que por excelencia expresa mi poder sobre el destino educativo de los estudiantes a mi cargo. Además la evaluación puede venir sucia de prejuicios, menosprecios, “juzgamientos” injustificados y ofensivos de parte de los que evaluamos, y esto es un uso antiético y dañino del poder que legítimamente se nos ha dado.
    No es fácil usar este poder limpiamente, pero es más difícil si no tenemos la conciencia real del impacto que genera nuestro uso de ese poder, y si no tenemos criterios compartidos y sólidos, basados en una ética sólida y auténtica, y con una evaluación estandarizada.