domingo, 30 de marzo de 2008

Nuestras preguntas sobre el cuerpo humano

Santiago fue quien nos agarró desprevenidos y disparó sus primeras 3 preguntas sobre el cuerpo humano:
¿Cómo hace el corazón para latir toda la vida sin precisar nuestro control y voluntad? Es como un ser vivo dentro nuestro. [O como un pájaro dentro de nuestra jaula torácica.]
¿Por qué hay órganos de a 2 (pares) como los ojos y otros que son únicos como el corazón?
¿Por qué la lombriz, que es un animal “inferior”, tiene células “mejores” (porque tienen poder de regeneración al cortar una lombriz en 2), y nosotros, siendo “superiores”, no tenemos células con esa capacidad?
Entonces se me ocurrió mandar de deberes a los estudiantes: pensar “mis preguntas sobre el cuerpo humano”. Aquí están, ordenadas por temas:
CÁNCER
¿Cómo se produce el cáncer?
CÉLULAS
¿Qué tipo de célula tenemos? ¿Qué tienen de humanas?
CEREBRO
¿Cómo funciona el cerebro?
¿Cuánta parte de nuestro cerebro usamos de su “capacidad total”?
¿Qué pasa si te tocan el cerebro?
CORAZÓN
¿Cuántos latidos por minuto tenemos?
¿Cómo hace el corazón para latir toda la vida sin precisar nuestro control y voluntad?
CUERPO HUMANO
¿Qué es el cuerpo humano?
¿Qué nos hace humanos? [O sea, ¿qué cosas tenemos que no tiene ningún ser vivo?]
DEJÀ VU
¿Cómo se explican los “dejà vu”? [En francés, “ya visto”. Es cuando te pasa algo y tienes la sensación de que ya habías visto que iba a suceder.]
DESARROLLO
¿Por qué unos se desarrollan antes y otros después (en la pubertad)?
DIENTES
¿Cuántos dientes tenemos? Depende de la edad: de “más” niños, de “menos” niños, de ancianos.
Los dientes en el recién nacido ¿están ya formados? ¿Y los dientes permanentes?
DIFERENCIAS
¿Por qué unos somos blancos, otros negros, etc.?
¿Por qué hay gente Down?
¿Por qué hay gente homosexual? ¡“Va en la manera de pensar de cada uno!”
¿Por qué hay gente que nace con los 2 sexos (hermafroditas)?
¿Por hay hombres y mujeres? [O, de otra manera, ¿por qué el cuerpo humano viene en 2 modelos: masculino y femenino?]
¿Por qué hay distintos colores de ojos?
EMBARAZO
¿Cuánto tiempo de embarazo?
ENVEJECIMIENTO
¿Por qué nuestro cuerpo envejece?
¿Por qué la gente cuando envejece se achica?
FUNCIONAMIENTO
¿Cómo se controla el funcionamiento de cada órgano? ¿Se controlan ellos o nosotros?
HUESOS
¿Cuántos huesos tenemos? ¡Tenemos más huesos antes de nacer que después! ¿Por qué?
¿Hace mal “sonarse los dedos”? Dicen que así los huesos hablan entre sí...
LLORAR
¿Por qué cuando lloramos nos salen lágrimas?
¿Por qué las lágrimas son saladas?
MAL OLOR
Gases: ¿qué son y cómo se originan?
¿Por qué la materia fecal tiene mal olor?
MEMORIA
¿Cómo hace el cerebro para recordar? Hay gente que no le funciona la memoria. Una película: “Cómo si fuera la primera vez”. Un artículo de National Geographic: “No lo olvide” nationalgeographic.com/espanol
MÚSCULOS
¿Cuántos músculos hay en el cuerpo?
¿Cómo se coordinan los músculos?
¿Qué función cumple el diafragma?
OJOS
¿Cómo funciona el ojo?
¿Por qué tenemos un solo “cono de visión” (teniendo 2 ojos?
PARA QUÉ SIRVEN
¿Para qué sirve el páncreas?
¿Por qué debe sacársele el apéndice a algunas personas?
¿Para qué sirve el apéndice?
PELOS
¿Por qué nos crecen pelos?
PIEL
¿Cuántas capas de piel hay?
RELACIONES SEXUALES
¿Por qué la gente tiene relaciones sexuales?
RESPIRACIÓN
¿Cómo respiramos “inconscientemente” (involuntariamente), por ejemplo, cuando dormimos? Cuando nos desmayamos, ¿respiramos?
RODILLA
¿Cómo funciona la rodilla?
SANGRE
¿Por qué la sangre es caliente? ¿Y por qué es fría luego de muertos? ¿Qué temperatura tiene nuestra sangre?
¿Las arterias son más importantes que las venas?
SONÁMBULOS
¿Por qué hay sonámbulos? ¿Si te gritan (mientras caminás dormido) te podés morir?
¿Cuántos litros de sangre tenemos?
¿Cuántas neuronas tenemos?
SONIDO
¿Cómo se produce el sonido? [O sea, ¿cómo produce nuestro cuerpo esa sensación que llamamos ‘sonido’?]
SUEÑOS
¿Cómo se producen los sueños?
TRANSPIRAR
¿Por qué transpiramos?

El curso

¡¡Cómenzó el curso biología 2º 2008!!
Supongamos que caminamos por un lugar público y vemos en una cartelera, o alguien nos alcanza un volante sobre un curso. Dos veces por semana durante 8 meses. ¿Te interesaría? ¿Lo harías? ¿Irías un par de clases para ver si te interesa? Mmmmmmmmmmmm...
¿De qué se trata? Del cuerpo humano: cómo es, cómo funciona, qué necesita.
¿A quiénes está dirigido? A estudiantes de Ciclo Básico de Enseñanza Media. O sea, jóvenes de 12 años o más que “no les gusta no entender”.
¿Para qué sirve? Para cuidar nuestro cuerpo, así nos dura lo más posible en el mejor estado posible. Para usarlo mejor. Como si tuviera “manual del usuario” (leer antes de usar).

¿Cómo es una clase atractiva?

Clase abierta, dinámica
Participación
Poder sugerir
Más contacto (= interacción)
Debates
Tareas más concretas, fáciles (= ¿accesibles?), no confusas
Cambiar (de vez en cuando) el lugar de clase: patio, salón de uso múltiple (SUM), laboratorio, salón de video, salidas

¿Qué hay que mejorar para que todos podamos llegar... a salvar?

Estudiar = comprender
Hacer los trabajos, deberes
Aprovechar mejor la “ida al laboratorio”
Entendernos mejor con el profesor = diálogo
Portarnos bien
Cuidar cada uno de su higiene personal (¡bañarse!)
Armar buenos grupos (equipos): mezclados, rotando (todos van a trabajar con todos), evitar estar solo con los “amigos”
Esforzarte aunque no te guste la materia
Aprender aunque no le veas el para qué
Entregar (¡el profesor! = yo) los trabajos corregidos a tiempo
Respeto (“respetar para que te respeten”)
Diálogo
Ser compañeros = acompañarnos
Que el profesor ponga límites (hacer cumplir las reglas)
Prestando atención en clase
Levantar la mano
Tener el cuaderno prolijo y completo
Estudiar (prepararse) para los escritos

¿Qué hace aburrido a un año?

Materias aburridas (algunas)
Tiempo largo (2 horas sin recreo)
Hablar demasiado
Escribir demasiado
Demasiados deberes
Temas no interesantes

¿Qué esperamos de este año?














Pasar de año/ pasar... ¿Cómo? Confianza, trabajar, ponerle ganas...
No sé
Disfrutar y estudiar al mismo tiempo ¿Es posible? “Sí, en una clase divertida”
Que sea mejor que el año pasado. ¿Cómo? Mejores horarios, mantenimiento, explicar bien, prevenir robos, PONERLE GANAS
Que me vaya bien
No llevarme ninguna
Llevarme bien con mis compañeros
Que no esté aburrido como todos los años

domingo, 23 de marzo de 2008

¿Quiénes somos?


Comenzaron los cursos. Nos vemos las caras. Cara que no elegimos, nombres y apellidos que no elegimos, profesor que no elegimos, compañeros que no elegimos. ¿Qué importa?
¿Estamos todos? No, probablemente lleguen más compañeros.
El curso es un camino que emprendemos. Ojalá lo caminemos todos juntos; ojalá vayamos encontrando cosas que sean valiosas para todos.
Necesitamos del esfuerzo y cordialidad de todos para caminar ligero, para aprovechar lo más posible y para llegar todos sin mayores tropiezos. Aunque tropezar no es problema, siempre que aprendamos de los tropiezos y nos levantemos rápidamente. Perseverar: mantenerse constante en lo que se ha comenzado.
Para empezar: ¿quiénes somos?, ¿en qué cosas pensamos para decir quiénes somos?, ¿con qué cosas nos identificamos?
Soy hincha, soy hincha a muerte,
me gusta jugar al fútbol,
mirar la tele,
nada, tenemos 11, 12, 13 años,
el hockey,
escuchar música,
salir de compras,
ir al cine,
mirar fútbol,
nadar,
salir, salir con amigos,
no estudiar,
ir a bailar,
el tenis,
tengo un perro y una tortuga,
jugar a la compu,
vengo de la escuela Nº ...,
andar en skate,
odio hacer los deberes pero igual los hago,
jugar al “pley”,
mirar comedias,
escuchar cumbia,
chatear con mis amigos,
nos gusta la música,
andar en vici,
vóleybol,
hacer acrobacias,
andar en patines,
nos gusta ser hinchas, los colores de nuestro cuadro,
me gusta la hamburguesa al pan,
me gusta ver “la lola”,
cumplo el 22 de abril,
me gusta ir al estadio a ver a... que es lo mejor,
me gusta la guitarra y la batería,
soy compañera,
soy rubia y tengo ojos verdes y me considero una chica con glamor
soy de pelo castaño oscuro, ojos marrones y soy glam,
me gusta jugar al fútbol y soy glam
me gusta estar con mi hermana
estar con mis amigas y hablar con ellas,
me gusta el color violeta, rosado,
dibujar,
me gusta divertirme,
algún que otro deporte como la gimnasia,
escuchar variedad de música (no tengo una en especial),
el escudo de mi cuadro
me gusta la cumbia villera,
me gusta ir al Shopping,
me gusta el rock nacional,
hincha del mejor cuadro,
no me gusta que me molesten,
no me gusta ir a bailar,
soy amigable,
soy una chica divertida, graciosa y sincera,
a veces estoy de “malumor” pero ta, se me pasa,
me llaman por Anita,
soy charlatán y un poco tímido,
me gusta ir a la playa los días de calor,
me gusta comer milanesas con papas fritas,
mi hobby es salir mucho,
mi hobby es escuchar mucho reguetón,
pizza, canelones, pollo con papas fritas, pollo al espiedo...,
sincera, compañera, divertida, tímida...,
mi hobby es comprarme cosas,
jugar al basketball,
me gusta el rock,
me gusta cualquier tipo de música,
me gusta el rugby,
soy bajo,
soy muy alegre,
me gusta tocar el piano,
me gusta el italiano,
soy hiperactiva,
soy buena persona,
soy buena piba,
me encanta hacer nuevas amistades,
me gusta viajar,
soy buena compañera,
me gusta jugar al handball,
soy buena amiga,
jugar al tennis,
mi comida preferida son todas,
mi deporte favorito es el patín artístico y el hochey,
identificación: inquieto y conversador,
identificación: conversador y buen amigo,
cocinar asado porque me gusta comerlo,
sobre todo soy directa.
Comentario del profesor:
Una variedad amplia de gustos y preferencias que sería muy útil para aprender a ser tolerante con las diferencias de los demás y no dejarse llevar por las apariencias.
De las cosas que se han dicho, no hay ninguna que sea exclusivamente femenina o másculina: hombres que les gusta bailar, que miran comedias, que patinan, que son glam... Mujeres que no les gusta bailar, que les gusta mirar fútbol, hacer acrobacias.
¿Cuántos se identificaron con la frase “no me gusta estudiar”? 1 solo. No significa que les guste estudiar. Pero talvez pasó de moda decirlo como algo identificatorio.
Y sobre todo, BUENOS VALORES: sinceridad, honestidad, alegría, amistad, compañerismo, etc.
¡Con todo esto no podemos perder!
¿Y el profesor quién es?
Tiene 36 años, le gusta mucho la música, recorrer lugares con naturaleza y estar con su familia (tiene 2 hijas de 2 y 6 años). Es el décimo año seguido que tiene grupos de primer año en el liceo 20. ¡Pero siempre es un desafío, y hay tanto para mejorar!

El curso como camino

¡Comenzó el curso de biología 1º!
Es un camino que vamos a recorrer. Un camino que tendrá muchas cosas que pueden ser interesantes, valiosas y duraderas. Tenemos algo así como 8 meses y 2 horas y cuarto por semana para encontrar esas cosas.

Y si vamos todos juntos es mejor, más entretenido, encontraremos más cosas, sabremos buscar mejor... y salvaremos el curso.

Cada curso es único e irrepetible. Y para darle el valor que se merece, me propongo documentarlo aquí. Acompáñenme.

Ojalá confíen: anímense a comentar y colaborar con este diario del curso que ya empezó a escribirse.
¿Quieren ayudarme?
Necesito alguna foto o dibujo para ilustrar este lanzamiento

martes, 18 de marzo de 2008

Falta lo mejor



Palabras y temas clave: relación docente-alumno, respeto y familiaridad entre docente y alumno, confianza, sistema preventivo de la mala conducta, reglamento de convivencia, disciplina, educación en valores, amor y pedagogía

Mis queridos hijos:
En una de las noches pasadas, me había retirado a mi habitación y, no sé si víctima del sueño o fuera de mí por alguna distracción, me pareció que se presentaban delante de mí dos antiguos alumnos.
Uno de ellos se me acercó y me dijo:
-¡Oh, don Bosco! ¿Me conoce?
Sí que te conozco-le respondí.
¿Y se acuerda aún de mí-añadió.
-De ti y de los demás. Tú eres Valfré.
-Oiga-continuó aquel hombre, ¿quiere ver a los jóvenes que eran alumnos suyos en mis tiempos?
-Sí, házmelos ver-le contesté-; eso me proporcionará una gran alegría.
Entonces Valfré me mostró todos los jovencitos con el mismo semblante y con la misma edad y estatura de aquel tiempo. Era una escena llena de vida, de movimiento y de alegría. Se cantaba y se reía por todas partes. Se notaba que entre los jóvenes y superiores reinaba la mayor cordialidad y confianza. Yo estaba encantado al contemplar aquel espectáculo, y Valfré me dijo:
-Vea, la familiaridad engendra afecto, y el afecto, confianza. Esto es lo que abre los corazones, y los jóvenes lo manifiestan todo sin temor a los maestros. Son sinceros y se prestan con facilidad a todo lo que les quiera mandar aquel que saben que los ama.
En tanto, se acercó a mí otro antiguo alumno que tenía la barba completamente blanca y me dijo:
Don Bosco, ¿quiere ver ahora a los jóvenes que están actualmente en su “colegio”?
Sí-respondí-, pues hace un mes que estoy de viaje y no los veo.
Y los vi. Vi a todos vosotros que estabais en el recreo. Pero no oía ya gritos de alegría y canciones, no contemplaba aquel movimiento, aquella vida que vi en la primera escena.
En los ademanes y en el rostro de algunos jóvenes se notaba una tristeza, una desgana, un disgusto y una desconfianza tales que causaron gran pena en mi corazón. Vi, es cierto, a muchos que corrían, que jugaban, que se movían con dichosa despreocupación; pero otros, y eran bastantes, estaban solos, apoyados en las columnas, presas de pensamientos desalentadores; otros paseaban lentamente, formando grupos y hablando en voz baja entre ellos, lanzando a una y otra parte miradas sospechosas y malintencionadas; había quienes sonreían, pero con una sonrisa acompañada de gestos que hacían sospechar y hasta sonrojar a quien se encontrase en su compañía; incluso entre los que jugaban había algunos tan desganados que daban a entender a las claras que no encontraban gusto alguno allí.
-¿Ha visto a sus jóvenes?-me dijo aquel antiguo alumno.
-Sí que los veo-le contesté suspirando.
¡Qué diferentes son de lo que éramos nosotros!-exclamó.
¡Mucho! ¡Qué desgana en ese recreo!
Y de aquí proviene la frialdad de muchos para acercarse al estudio, la falta de compañerismo, el estar de mala gana en un lugar donde se los atiende en todo lo que necesitan; de aquí la ingratitud para con los maestros; de aquí los secretitos y murmuraciones, con todas las demás deplorables consecuencias.
-Comprendo-respondí yo-. Pero ¿cómo animar a estos jóvenes para que se recobre la antigua vivacidad, alegría y expansión?
-Con amor.
-¿Con amor? Pero ¿es que mis jóvenes no son bastante amados? Tú sabes cuánto los amo. Tú sabes cuánto he sufrido por ellos y cuánto he tolerado, en el transcurso de cuarenta años, y cuanto tolero y sufro en la actualidad... He hecho cuanto he podido y sabido por ellos, que son el afecto de toda mi vida.
-No me refiero a usted.
-¿De quién hablas, pues? ¿De mis maestros, directores y asistentes? ¿No ves que son mártires del estudio y del trabajo? ¿Cómo consumen los años de su juventud en favor de ellos?
-Lo veo y lo sé; pero esto no basta; falta lo mejor.
-¿Qué falta, pues?
-Que los jóvenes no sean solamente amados, sino que se den cuenta de que se les ama.
-Pero ¿no tienen ojos en la cara? ¿No tienen la luz de la inteligencia? ¿No ven que cuanto se hace en su favor se hace por su amor?
-No, lo repito: eso no basta.
-¿Qué se requiere, pues?
-Que, al ser amados en las cosas que les agradan, participando de sus inclinaciones infantiles, aprendan a ver el amor también en aquellas cosas que les agradan poco, como son la disciplina, el estudio, la mortificación de si mismos y que aprendan a obrar con generosidad y amor.
-Explícate mejor.
-Observe a los jóvenes en el recreo.
Hice lo que me decía y exclamé:
-¿Qué hay de particular?
-¿Tantos años como hace que se dedica a la educación de la juventud y no comprende? Observe mejor. ¿Dónde están nuestros maestros?
Me fijé y vi que eran muy pocos los maestros que estaban mezclados entre los jóvenes, y muchos menos los que tomaban parte en sus juegos. La mayor parte de ellos paseaban, hablando entre sí, sin preocuparse de lo que hacían los alumnos; otros jugaban, pero sin pensar para nada en los jóvenes; otros vigilaban a la buena, pero sin advertir las faltas que se cometían; alguno que otro corregía a los infractores, pero con amenazas y raramente. Había algún maestro que deseaba introducirse en algún grupo de jóvenes, pero vi que los muchachos buscaban la manera de alejarse de él.
Entonces mi antiguo alumno me dijo:
En los primeros tiempos de su “colegio”, ¿usted no estaba siempre en medio de los jóvenes? ¿Recuerda aquellos hermosos años? Era una alegría de paraíso, una época que recordamos con emoción, porque el amor lo regulaba todo, y nosotros no teníamos secretos para don Bosco.
-¡Cierto! Entonces todo era para mí motivo de alegría, y los jóvenes iban a porfía por acercarse a mí, por hablarme, y existía una verdadera ansiedad por escuchar mis consejos y ponerlos en práctica. Ahora, en cambio, las continuas audiencias, mis múltiples ocupaciones y la falta de salud me lo impiden.
-Bien, bien; pero si usted no puede, ¿por qué sus maestros no se convierten en sus imitadores? ¿Por qué no insiste y les exige que traten a los jóvenes como usted los trataba?
-Yo les hablo e insisto hasta cansarme, pero muchos no están decididos a arrostrar las fatigas de otros tiempos.
-Y así, descuidando lo menos, pierden lo más; y este “más” es el fruto de sus fatigas. Que amen lo que agrada a los jóvenes, y los jóvenes amarán lo que es del gusto de los maestros. De esta manera, el trabajo les será muy llevadero. La causa del cambio presente del “colegio” es que un buen número de jóvenes no tienen confianza con los superiores. Antiguamente los corazones todos estaban abiertos a los maestros, por lo que los jóvenes amaban y obedecían prontamente. Pero ahora los maestros son considerados solo como tales y no como padres, hermanos y amigos; por lo tanto, son más temidos que amados. Por eso, si se quiere hacer un solo corazón y una sola alma, se tiene que romper esa barrera fatal de la desconfianza, que ha de ser suplantada por la confianza más cordial. Es decir: que la obediencia ha de guiar al alumno como la madre a su hijito; entonces reinará en el “colegio” la paz y la antigua alegría.
-¿Cómo hacer, pues, para romper esta barrera?
-Familiaridad con los jóvenes. Sin la familiaridad no se puede demostrar el afecto, y sin esta demostración no puede haber confianza. El que quiere ser amado es menester que demuestre que ama. El que sabe que es amado, ama, y el que es amado lo consigue todo, especialmente de los jóvenes. Esta confianza establece como una corriente eléctrica entre jóvenes y maestros. Los corazones se abren y dan a conocer sus necesidades y manifiestan sus defectos. Este amor hace que los maestros puedan soportar las fatigas, los disgustos, las ingratitudes, las faltas de disciplina, las ligerezas, las negligencias de los jóvenes. Entonces no habrá quien trabaje por vanagloria; ni quien castigue por vengar su amor propio ofendido; ni quien murmure de los otros para ser amado y estimado de los jóvenes, con exclusión de todos sus colegas, mientras, en cambio, no cosecha más que desprecio e hipócritas zalamerías; ni quien se deje robar el corazón por una criatura y, para agasajar a ésta, descuide a todos los demás jovencitos; ni quienes, por amor a la propia comodidad, menosprecien el deber de la asistencia; ni quienes, por falso respeto humano, se abstengan de amonestar a quien necesite ser amonestado. Este es el amor efectivo. Cuando languidece este amor, es que las cosas no marchan bien. ¿Por qué se quiere sustituir el amor por la frialdad de un reglamento? Porque el sistema de prevenir, de vigilar y corregir amorosamente los desórdenes, se le quiere reemplazar por aquel otro, más fácil y más cómodo para el que manda, de promulgar la ley y hacerla cumplir mediante los castigos que encienden odios y acarrean disgustos; esto es causa de desprecio para los maestros y de desórdenes gravísimos. Y esto sucede necesariamente si falta la familiaridad. Si, por lo tanto, se desea que en el “colegio” reine la antigua felicidad, hay que poner en vigor el antiguo sistema: El superior (maestro, director, asistente, adulto) sea todo para todos, siempre dispuesto a escuchar toda duda o lamentación de los jóvenes, todo ojos para vigilar paternalmente su conducta, todo corazón para buscar el bien de aquellos a quienes les fue confiado sus cuidados.
Entonces los corazones no permanecerán cerrados y no se ocultarán ciertas cosas que causan desconfianza. Solo en caso se inmoralidad sean los superiores inflexibles.
Entonces yo le pregunté:
-¿Y cuál es el medio principal para que triunfe semejante familiaridad y amor y confianza?
-La observancia exacta del reglamento del “colegio”.
-¿Y nada más?
-El mejor plato en una comida es la buena cara.
-Todo esto que me dijiste se los haré saber a mis maestros, pero ¿qué debo decir a los jóvenes?
El me respondió:
Que reconozcan los trabajos que se imponen los superiores, maestros y asistentes por amor a ellos, pues si no fuese por labrar su bien, no se impondrían tantos sacrificios; que recuerden que la humildad es la fuente de toda tranquilidad; que sepan soportar los defectos de los demás, pues la perfección no se encuentra en el mundo, sino solamente en el paraíso; que dejen de murmurar (hablar mal de otros), pues la murmuración enfría los corazones; y, sobre todo, que procuren vivir en paz con su conciencia.
-¿Me has dicho, pues, que hay entre mis jóvenes quienes no están en paz con su conciencia?
-Esta es la primera causa del malestar reinante. En efecto, sólo desconfía el que tiene secretos que ocultar, quien teme que estos secretos sean descubiertos, pues sabe que, de ponerse de manifiesto, se derivará de ellos una gran vergüenza y no pocas desgracias. Al mismo tiempo, si el corazón no está en paz con su conciencia, vive angustiado, inquieto, rebelde a toda obediencia, se irrita por nada, se cree que todo marcha mal, y como él no ama, juzga que los superiores no aman.
-Pero, con todo, ¿no ves que se atienden todos los conflictos por mal comportamiento, y se les busca solución?
Es cierto, pero lo que falta en absoluto en muchísimos jóvenes es la estabilidad o firmeza en los propósitos. Siempre incurren en las mismas faltas, en las mismas ocasiones, por las mismas malas costumbres, por las mismas desobediencias, por las mismas negligencias en el cumplimiento de los deberes. Así siguen durante meses y años, y algunos así llegan hasta el final de los estudios.
Concluyo: ¿Sabéis qué es lo que desea de vosotros este pobre anciano que ha consumido toda su vida buscando el bien de sus queridos jóvenes?
Pues solamente que, observadas las debidas proporciones, vuelvan a florecer los días felices del antiguo “colegio”. Las jornadas del afecto y de la confianza entre los jóvenes y los superiores; los días del espíritu de condescendencia y de mutua tolerancia por amor; los días de los corazones abiertos a la sencillez y al candor; los días de la verdadera alegría para todos. Necesito que me consoléis haciendo renacer en mí la esperanza y prometiéndome que haréis todo lo que deseo para el bien de vuestras almas. Pongámonos, pues, todos de acuerdo.
Juan Bosco
Roma, 10 de mayo de 1884
Referencia: Adaptado de la carta al Oratorio [sobre el espíritu de familia] en San Juan Bosco: "Obras fundamentales". B.A.C. Madrid, 1978. Pp 612-620.

La educación integral de Gandhi


palabras y temas clave: educación integral, educación espiritual, educación cordial, facultades humanas, M. Gandhi

“El hombre no es mero intelecto ni grosero cuerpo animal, como tampoco es corazón o alma solamente. Combinar acertada y armoniosamente las tres facultades es el requisito indispensable para formar al hombre entero...”
Comenzamos de esta manera un espacio que llamo: piezas de rompecabezas. Se trata de compartir esos puntos de vista, datos, concepciones que podrían servir de punto de apoyo en algún futuro ascenso de alpinista, o de catalizador de una nueva concepción que nos de un poco de aire fresco en nuestra búsqueda o en nuestro próximo intento.
En un librito de Mahatma Gandhi encontré estos 3 niveles de la educación integral, que siempre me parecieron muy prácticos de considerar cuando queremos pensarlas necesidades de una persona en formación, sea nuestro propio hijo o un alumno liceal; o ante la discusión de una reforma educativa o nueva ley de educación, etcétera. Gandhi no concibe la verdadera educación del intelecto sin el uso inteligente y disciplinado de los órganos corporales. “No obstante, el desarrollo de la mente y el cuerpo será algo miserablemente desequilibrado a menos que vaya parejo con un despertar correspondiente del alma. Al decir disciplina espiritual, me refiero a la enseñanza del corazón [educación cordial]”.
Viajando más de 70 años, nos llega de Gandhi esta pregunta crítica: si las 3 facultades humanas (física, mental y espiritual) constituyen un todo indivisible, ¿no educamos como si estas facultades pudieran desarrollarse por partes o independientemente unas de otras?
Referencia
: Gandhi, M. K. (sin año) "Los fundamentos del desarrollo humano." Siglo Veinte. Argentina.