domingo, 27 de abril de 2008

Cómo es el cuerpo humano (I)

Unidad 1: qué es y cómo es el cuerpo humano
Empezamos por cómo es. Un poco más adelante nos plantearemos qué es.
Propuesta de trabajo: el profesor nos puso a trabajar en la “tarea 1” para:
pensar en el cuerpo como un sistema abierto (¿recuerdas cuándo es abierto un sistema?);
reconocer las regiones, subregiones, partes, orificios y referencias espaciales en el cuerpo [el cuerpo por fuera].
Actividad 1: Hagamos una lista de todas las “cosas” (materiales, formas de energía) que entran al cuerpo o salen de él. O sea, un primer borrador de
LISTA DE MATERIALES Y FORMAS DE ENERGÍA QUE SE INTERCAMBIAN ENTRE EL SISTEMA “CUERPO HUMANO” Y EL AMBIENTE (o medio o entorno)
MATERIALES
agua,
aire (incluye los gases oxígeno, dióxido de carbono, nitrógeno)
alimentos (incluye las sustancias calcio, vitaminas, proteínas y la energía que recibimos con los alimentos)
orina
materia fecal
sudor
Estos materiales surgieron rápidamente de la mayor parte de los estudiantes, pero otros posibles materiales se han propuesto para sumarse a la lista:
sebo: material grasoso que está por ejemplo en las yemas de nuestros dedos y deja huellas en todo lo que tocamos.
leche materna: material producido por las glándulas mamarias de la madre que alimenta así a su hijo lactante.
humo: al fumar, al estar cerca de alguien que fuma o al “respirar” cualquier humo que contamina el aire.
flujo menstrual o menstruo: material, mezcla de sangre y tejido, que es expulsado por el cuerpo femenino durante cada menstruación.
semen... (lo dijo un estudiante, pensando que el profesor no lo iba a oir)
¿bebé? ¡Es más que un material! ¿No?
FORMAS DE ENERGÍA
energía solar: llega a la piel activando la producción de vitamina D que favorece la absorción de calcio; por eso es importante exponerse al sol pero de manera segura: ¡NO EN LAS HORAS PROHIBIDAS!
También entra en forma de LUZ a los ojos, permitiéndonos ver.
La energía solar viene del sol, que está a 150 millones de Km de nosotros, y viaja sola (o sea, ¡puede viajar en el vacío!).
energía sonora o acústica: llega en forma de ondas sonoras que necesitan aire para viajar. Las emitimos mediante nuestra voz y las recibimos por nuestros oídos.
energía calórica o térmica: todo el tiempo sale de nuestro cuerpo. También entra desde una estufa o desde una bolsa de agua caliente.

Actividad 2: Hagamos un esquema del cuerpo con flechas que señalen todos estas “cosas” que entran y salen.
Comentario del profesor I: el cuerpo como sistema abierto
Recordarás de tu curso de ciencias físicas que los sistemas abiertos intercambian materia y energía. Nuestro cuerpo es un sistema abierto también; quiere decir que su límite permite la entrada y salida de materia y energía. A cada tipo particular de materia le llamo ‘material’ como los de la lista de más arriba.
Pensando al cuerpo como sistema se nos pueden ocurrir razonamientos interesantes como este:
Nuestro cuerpo siempre está tibio. Si nos tomamos la temperatura muchas veces durante el día nos va a dar siempre casi la misma medida (aproximadamente 36,5 ºC).
Si dejamos un objeto tibio sobre una mesa (un vaso con leche tibia, un trozo de pan recién tostado) sabemos que pronto se enfría. Pero esto no pasa con el cuerpo. Podremos tener las manos o los pies fríos pero, por dentro, permanecemos tibios siempre, de día o de noche, en invierno o en verano.
¿Cómo es posible que nos pasemos liberando energía calórica al ambiente pero no nos enfriemos?
Acercándonos a una estufa, recibimos energía calórica desde el ambiente.
Abrigándonos, retenemos nuestra energía calórica, o sea, la perdemos más lentamente.
Moviéndonos: bailando, corriendo. ¡Ahí estamos generando energía calórica!
Entonces la respuesta por ahora es: el cuerpo estaría produciendo constantemente su propia energía calórica. Y en mayor cantidad de la que pierde. El cuerpo debería tener como el termostato de los hornos, que hace que la temperatura permanezca en un punto.
Y no necesitamos ponernos al sol un tiempo para luego “ponernos en movimiento” como les pasa a los cocodrilos (se les decía de “sangre fría”).
Otro razonamiento interesante:
Como todo sistema, nuestro cuerpo tiene energía que se transforma y, gracias a esto, funciona. Cuando nos cansamos, estaríamos con “poca energía”. ¿Y qué hacemos? Nos acostamos para descansar. ¿El descanso nos repone la energía como cuando dejamos cargando un celular? Me parece que NO.
Si comparáramos nuestro cuerpo con una máquina que acabamos de comprar, un vendedor que sea “buena gente” nos avisaría que no la usemos de corrido más de 16 o 18 horas al día, y que le pongamos 3 o 4 veces combustible (alimento) mientras está funcionando.
Según el ejemplo de la máquina, nuestro cuerpo necesita mantenimiento y combustible para funcionar óptimamente. Mantenimiento cuando descansamos y combustible cuando nos alimentamos.
Importante: el agua que tomamos cuando nos mata la sed después de mucho ejercicio físico, no nos aporta energía. Sin duda el agua es vital, pero no es combustible.
Entonces dejemos planteada esta buena pregunta: ¿cuándo y cómo repone energía nuestro cuerpo?
Comentario del profesor II: las zonas de intercambio del cuerpo (queda para la próxima)
Actividad 3: Hagamos una lista de orificios por donde entran o salen los materiales
Tarea domiciliaria: Como aquellos exploradores que hace siglos navegaban por un río para conocer su trayecto y agregarlo al mapa... Anímate a entrar imaginariamente por uno de los orificios del cuerpo y explora sin romper nada (sin atravesar tejido) hasta el final del “tubo” al que entraste. ¿Cómo es el trayecto del tubo? ¿A dónde llegas por él? Fíjate si tus respuestas coinciden con el conocimiento científico (de libros, revistas, internet, especialistas
).

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