domingo, 15 de julio de 2007
Las pioneras
Queridos visitantes y demás compañeros de ruta:
como verán las “entradas” del blog van apareciendo por cuentagotas; sabrán comprender, por la multiplicidad de tareas que nos ocupan. ¡Y es solo un trabajo!
Pero cada vez que encuentro alguna pieza del rompecabezas, o algún estudiante o colaborador me envía material... sigo creyendo que esta comunicación con ustedes sigue teniendo bastante sentido.
Se dieron cuenta que este blog no es un lugar donde los estudiantes del profesor fulano cuelgan sus trabajos. Talvez más adelante se pueda habilitar una página web para colgar de esa manera, y también documentos “enteros” que van surgiendo de nuestro trabajo.
El blog “la vida y al ciencia” pretende ser una forma de comunicación de este laboratorio de ciencia escolar, de sus quehaceres e inquietudes, de sus producciones... Un laboratorio que, en este 2007 intenta nuclear a 230 jóvenes estudiantes, y a todos los padres, colegas, científicos y vecinos que deseen sentirse parte.
Dos metas “útiles” podrían ser entonces:
1) la consolidación de un laboratorio de ciencia escolar y
2) la consolidación de una red de personas e instituciones que hacen cosas que tienen que ver con el estudio de la naturaleza y su conservación.
Posibles objetivos de un laboratorio de ciencia escolar podrían ser estos:
1) favorecer la participación integrada de estudiantes, docentes, científicos, padres, vecinos, instituciones y toda persona que se interese por la naturaleza, su estudio, su conservación, y por las ciencias naturales;
2) impulsar la ciencia escolar y recreativa;
3) crear una red de personas e instituciones que se interesan por la naturaleza y su conservación;
4) difundir conocimientos y opiniones sobre la vida en general y la vida humana en particular.
Si alguno de estos objetivos también es tuyo, entonces ¡intercambiemos nuestros “haceres” y “padeceres”! ¿No sería bueno poder hacer intercambios entre laboratorios de ciencia escolar, o como quieran llamarle? Si a alguien le interesa esto, por favor, pegar el chiflido. Les prometo que no será a costa de nuestro magro tiempo familiar ni de nuestras pocas horas de sueño.
Y con respecto a la red alcanza con enviar cualquier granito de arena a ciencia20@gmail.com para ser parte de ella.
Así que están todos invitados a consolidar juntos. Como dijo un músico español en el Teatro Solís después de anunciar su próximo tema: “¡Vamos p’allá!”.
El título de esta editorial alude a “estudiantAs” que, con sus trabajos, han impulsado 3 líneas de trabajo que han cobrado fuerza en nuestro laboratorio.
Cecilia, estudiante de 1º hace por lo menos 5 años atrás, entrevistó a su abuela acerca de unos animales salvajes que acostumbraban hacernos muy desagradables visitas pero, afortunadamente, esto quedó en el pasado. Esta entrevista dio comienzo a nuestro anecdotario de vida salvaje.
En el curso de 1º de 2004, los estudiantes de aquel entonces pusieron mucho esfuerzo en encontrar Z.A.S. (zonas ambientalmente significativas). Hacia el fin de curso 2006 de 1º, 4 valientes estudiantas retomaron esta línea y dieron a conocer una zona seguramente poco valorada desde el punto de vista ambiental: una cancha de fútbol del complejo de viviendas Euskal Erría.
También a finales del 2006, pero del curso de 2º, Lucía aceptó el desafío de emprender un trabajo que no tenía antecedente en el laboratorio: viajar al cuerpo humano. El entusiasmo que puso en esa tarea es digno del mejor ejemplo. Este año, muchos viajeros del cuerpo han seguido los pasos de Lucía... ¡y ya verán más adelante ustedes qué viajes, señores!
Viaje al cuerpo humano
Soy un ser humano convertido en un microorganismo, soy muy chiquito. Voy a hacer un viaje por el cuerpo humano!!!
Voy a entrar a un órgano que es el ojo!! Penetro la córnea, que es sencillamente transparente, después seguiría la cámara posterior [¿posterior o anterior?] es humor acuoso sigo y me encuentro con el iris, es el “color” del ojo. Lo siguiente es el cristalino, es una lente transparente y elástica este enfoca la imagen en la retina. Lo paso y llego a la cámara posterior contiene gelatina transparente, llegué a la retina: es una membrana que está en el fondo del ojo; contiene conos y bastones (son células) que permiten ver detalladamente colores, formas y movimientos.
Después de ésta me encuentro con otra membrana: contiene vasos sanguíneos y un pigmento negro llamado melanina. Se llama coroides.
Paso ésta y llego a otra, es dura y resistente denominada esclerótica. Llegamos a un punto que es el intermediario: es el nervio óptico Este conecta al ojo con el cerebro, transporta información eléctrica para que el cerebro la pueda “entender”.
Llegué al cerebro (foto derecha), sin él no nos podríamos mover, razonar, pensar, hablar, etc. Está formado por sustancia gris y blanca. Tiene centros sensitivos situados en ciertas regiones de cada hemisferio, también tiene sus “componentes”, sus “ayudantes” vendríamos a decir: el cerebelo, que está situado por debajo de la parte posterior del cerebro, y está unido por medio de pedúnculos (los superiores); al lado nos encontramos con la protuberancia anular, es una ancha banda blanca, transversal en forma de semianillo, hace saliente delante del cerebelo, por debajo de los pedúnculos cerebrales, por encima del bulbo. Paso al bulbo (raquídeo) que tiene forma de un cono truncado, se haya entre la protuberancia y la médula espinal; sigo un poco más y me encuentro en la medula espinal (foto izquierda), es un tallo cilíndrico, aplanado de adelante para atrás de color blanquecino.
Salto desde la médula a una vértebra para poder pasar a la faringe, voy un poco para arriba y me encuentro con las fosas nasales, allí entra y sale aire.
Encontré aquí una compuerta llamada epiglotis que hace que al comida no pase para el tubo respiratorio y sí para el digestivo; en caso de que pase algo de comida reaccionamos tosiendo.
Primero voy a ir por el tubo digestivo, el primer órgano [¿Es realmente el primer órgano? ¿Y la cavidad bucal y la faringe?] es el esófago, es el encargado de transportar los alimentos para que lleguen al estomago, una vez allí permanecen un rato hasta que van al intestino delgado.
El estómago [¿el estómago o el intestino delgado es quien se conecta con estas glándulas?] está conectado al hígado, páncreas, estas son glándulas que expulsan líquidos, también el intestino grueso forma parte de ello y en su final se encuentra el ano, por donde sale la materia fecal.
Voy a subir hasta la faringe para poder ir al otro tubo, el respiratorio, comenzando con la laringe: participa en la formación de la voz, sonidos y ruidos que emite la boca. Le sigue la tráquea: es un tubo con cartílagos, es de forma cilíndrica.
En el final de este tubo, se divide en dos “ramas” llamadas bronquios, cada uno a su vez se divide en muchas ramas cada vez mas finas, en las puntas de cada rama tienen alvéolos, son unos “globitos”.
Los bronquios se encuentran en la cavidad torácica junto al corazón, la tráquea, etc.
La función del corazón es bombear sangre al todo el cuerpo.
Al finalizar el viaje me doy cuenta de lo importante que es cada órgano del cuerpo humano.
¿Quieres ayudarnos?
Busca buenas respuestas para aclarar los puntos que se han puesto en duda aquí [ ].
Consigue más fotos de los lugares que visitó Lucía en su viaje y compártelas con nosotros.
Haz tu propio viaje, escríbelo y envíanoslo.
¿Te animas a hacer un mapa del cuerpo? ¿Te parece necesario contar con uno?
Entrevista a alguien que vivió las plagas de langostas en nuestro país
Me dijo que fue a finales de la década del 30, entre 1936 y 1940, ella tenía alrededor de 11 años.
Me contó que de repente el cielo se nublaba y aparecían las langostas haciendo un ruido raro. En un momento devoraban las plantas, y ella y su madre salían con ollas, tapas y gritando, para que se asusten y se vayan.
A ella le daban mucho miedo y no se acuerda si en primavera o en verano, estación en que las langostas aparecían, se pasaba mirando el cielo.
¿Conoces a alguien que haya vivido una plaga de langostas? Pídele que te cuente... y luego cuiéntanos.
Busca imágenes que ilustren la anécdota de la abuela de Ceciia.
domingo, 8 de julio de 2007
Mi concepción de la evaluación en 6 preguntas
Me han formulado estas 6 preguntas sobre evaluación y las respondí. Pensé si era oportuno publicarlas. No quiero que este espacio de publicación tenga dueño con nombre y apellido, aunque sí un responsable que soy yo. Pero creo que el tema es tan importante y trascendente que merece ser discutido ampliamente. Entonces, aquí les planto mis ideas para que me tiren con todo, y de esta fricción surja algo bueno “en comunidad”.
- ¿Cuáles son los puntos que tienes en cuenta a la hora de evaluar?
¿A qué se refieren con puntos? ¿A los “criterios”, a los “aspectos” que quiero medir o nivelar? ¿O a las ideas con las que me muevo al evaluar, o sea, de qué parto, cuál es mi concepción sobre qué es evaluar y cómo evaluar?
Con respecto a mi concepción, creo que cada estudiante es un mundo y tiene un pasado (historia), presente (coyuntura) y futuro (expectativas) que determinan su actuación.
También creo que hay una falsa oposición entre darles notas o darles “solo juicios” a los estudiantes. En una evaluación “de verdad” uno debe trascender estas cosas.
La esencia está en poder dar información “científica” sobre el trabajo del estudiante. Que sea confiable, relevante, útil y manejable.
Con respecto a los aspectos, uno debe preguntarse más temprano que tarde: ¿qué aspectos de los estudiantes pongo más esfuerzo y preocupación en desarrollar durante mi accionar como docente? Y, como respuesta, debe salir una lista de aspectos actitudinales, procedimentales y cognitivos, como me pasó a mí. - ¿Cómo relacionas dichos puntos con el aprendizaje de los alumnos?
Ante todo: ¿qué es el aprendizaje? Una forma de verlo es “generar una nueva integración” en el estudiante, sea a nivel de qué sabe, de cómo piensa, de cómo hace, de cómo actúa, de cómo se para ante la vida, etc. A través de la evaluación trato de intuir o vislumbrar algo de esto. Pero reconozco estar en pañales aún.
Opino que, en general, a la sociedad (estudiantes, padres, burocracia, autoridades, políticos, colegas, nosotros) no le interesa realmente si el estudiante aprende en el sentido de “tropezarse cada vez menos” o de “adquirir sólidamente las mejores verdades posibles”. Así como están armadas las cosas, uno puede tener mucho éxito en su deambular por el sistema educativo, y sin embargo aprender muy poquito o casi nada. - ¿Qué valores les das a la evaluación cuali y cuantitativa?
Son complementarias. Es como con los datos del tiempo. “Cielo cubierto” es cuali y “temperatura: 8ºC” es cuanti. Pero creo que, en una evaluación “de verdad”, se tendría que poder aclarar al estudiante o a sus adultos responsables: ¿cómo es su trabajo? ¿cómo trabaja? ¿qué tipo de dificultades podría estar teniendo? Y todo esto es “cuali”. No creo que con un promedio de “notas” y con un juicio “aceptable; debe trabajar más” estemos contestando seriamente esas preguntas que estudiantes y padres quisieran que les respondiéramos. - ¿Qué es evaluar para ti?
Evaluar para mí son varias cosas que debo hacer “a cada rato”, que están encadenadas y son partes de un asunto solo que es “evaluar”:
“nivelar” (determinar el nivel de “desarrollo” en el que probablemente estén ciertos) aspectos que me fijé de antemano: actitudinales, procedimentales, cognitivos;
medir la distancia que hay desde una producción o actuación de un estudiante hasta la producción o actuación que me fijo como modelo (cuanto más baja es la nota, más distancia hay);
medir el rendimiento de una producción;
generar información sobre la actuación del estudiante a partir de ciertos “datos”:
el comportamiento (cotidiano) del estudiante en el aula, todo lo que dice y hace que uno puede captar:
-los trabajos que entrega (producciones);
-autoevaluaciones del estudiante;
-control de su cuaderno;
-diagnósticos;
-entrevistas al estudiante y a familiares;
-(etc.)
Esta información es relevante para el estudiante en primer lugar, también para sus familiares. Si se pudiera ESTANDARIZAR la evaluación podría existir una “historia educativa” de cada estudiante desde su enseñanza preescolar hasta el final de una carrera universitaria... o incluso más allá.
(Sigo con las cosas que significan evaluar...): acreditar suficiencia para continuar estudios posteriores;
certificar el aprovechamiento del curso;
establecer un “perfil de partida” del estudiante al comienzo del curso, para delinear estrategias de intervención pedagógica en un grupo de estudiantes;
darle un “sueldo” mensual o bimensual al estudiante por su trabajo, que es su promedio: si es suficiente, su trabajo es suficiente; si recibió un aumento o incentivo...; si se le descontó..., etc.
Como línea de trabajo de futuro, se podría trabajar en lograr realizar la “evaluación fina del aprendizaje”: ¿el estudiante está aprendiendo mucho, poco o nada? ¿cómo aprende? - ¿A plicas algún modelo de evaluación en particular?
Si me presentaran una clasificación de modelos de evaluación y me aclararan las características de cada uno, talvez podría identificarme con uno. Mientras tanto prefiero decir que aplico “mi modelo” que construí a partir de las “piezas” que fui consiguiendo de acá y de allá... - ¿La evaluación es para vos un instrumento de poder?
Si aceptamos que el poder no es algo bueno o malo en sí mismo, sino que depende de los valores y de las intenciones con que lo manejamos, entonces podemos pensar que la evaluación es, de todas las tareas que componen mi trabajo, la que por excelencia expresa mi poder sobre el destino educativo de los estudiantes a mi cargo. Además la evaluación puede venir sucia de prejuicios, menosprecios, “juzgamientos” injustificados y ofensivos de parte de los que evaluamos, y esto es un uso antiético y dañino del poder que legítimamente se nos ha dado.
No es fácil usar este poder limpiamente, pero es más difícil si no tenemos la conciencia real del impacto que genera nuestro uso de ese poder, y si no tenemos criterios compartidos y sólidos, basados en una ética sólida y auténtica, y con una evaluación estandarizada.
domingo, 20 de mayo de 2007
¿Un trabajo para la batineurona?
Esta historieta tiene como 12 años. O sea que, cuando los estudiantes con los que trabajo este año estaban naciendo, un estudiante que hacía segundo de liceo me presentó este trabajo. Un estudiante del cual no conservo su nombre pero sí un vivo y grato recuerdo.
El tema que estábamos trabajando era sistema endócrino (glándulas y hormonas). La TAREA que le propuse a él y a sus compañeros era elegir (no recuerdo si) una glándula endócrina o una hormona, estudiar lo que hace en el cuerpo y representarlo de alguna manera (había libertad para elegir varias formas). Este estudiante, que ahora debe ser un hombre de 26 años, eligió la historieta, demostrando una indudable habilidad para dibujar y un disfrutable sentido del humor.
Así estamos inaugurando esta serie de “entregas” titulada “INTENTANDO ENTENDER EL CUERPO HUMANO”. La intención es compartir diferentes maneras de “entrar” a nuestro cuerpo, distintas miradas y variados intentos de entender cómo es el cuerpo humano por dentro. Y, más temprano que tarde, discutir la cuestión: ¿qué es el cuerpo humano? Y otra: ¿cuánto influye en una vida “bien aprovechada”?
Volvamos a la historieta: el hombre musculoso no se siente bien, debido a que unas células se están comiendo uno de sus peronés. El peroné es uno de los 2 huesos largos que tenemos entre las rodillas y los pies. Quien se da cuenta de esto parece ser una neurona (una célula nerviosa) que tiene un viaje accidentado hasta la glándula tiroides, que es el lugar del cuerpo que debe controlar a esas células “come-huesos”. Allí habla con el señor Tiroides, quien acude a un superhéroe llamado “Batineurona”. Suponemos que podrá cumplir su misión, pero el autor de este “comic” le pareció más importante destacar la función de protección y defensa de supercélulas como esta; y lo injustas que pueden ser sus vidas, a pesar de sus habilidades.
Aclaremos: lo que le está pasando al hombre es algo perfectamente natural, es “de todos los días” y no causa ningún dolor; uno nunca se da cuenta de tiene células que le comen hueso. En realidad no hay que verlas como células enemigas o dañinas, sino como esos escultores que, para hacer una obra de arte le dan tremendos y salvajes golpes al bloque de mármol. En este caso la obra de arte es cada uno de nuestros doscientos y pocos huesos. Unas células producen material de hueso, y otras células lo destruyen. Estas 2 fuerzas opuestas van modelando y agrandando cada hueso hasta que alcanza su máximo desarrollo. Pero claro, “alguien” debe controlar cuánto producir y cuánto destruir.
Son 2 glándulas que están en nuestro cuello. La glándula tiroides produce una hormona llamada calcitonina, que va a los huesos a través de la sangre, a decirle a las células “come-huesos” que descansen, que “paren la mano” por un rato; y por otro lado, les dice a las células “productoras” que trabajen “a toda máquina”.
La otra glándula del cuello se llama paratiroides y produce una hormona llamada parathormona, que va a los huesos a través de la sangre, a decirle a estas células exactamente lo contrario que les dijo la calcitonina. Así es como se mantiene el equilibrio.
¿Y las neuronas? Bueno, los científicos, que yo sepa, no meten a las neuronas en este asunto del modelado y crecimiento de los huesos. ¿Por qué nuestro autor pensó en las neuronas como verdaderas protagonistas de esta historieta? ¿Será porque desde chiquitos nos han contado hazañas y maravillas de estas insustituibles células? La batineurona miente, porque los superpoderes capaces de defender al cuerpo de células y sustancias extrañas y peligrosas no los tienen las neuronas; los tienen otras células no menos importantes. ¿Sabes de quiénes hablo? ¡Claro! Los glóbulos blancos.
El autor tuvo entonces varios errores, si comparamos su historia con los conocimientos científicos al respecto. Podríamos creer que se dejó llevar demasiado por la imaginación y se alejó del estudio, y perdió de vista los conceptos científicos que debió haber usado en su trabajo. Puede ser.
Pero este tipo de propuestas libres y despegadas del estudio formal prefiero verlas como anzuelos o imanes para pescar o atraer esas ideas y concepciones que todos construimos en nuestra cabeza desde muy niños para intentar, con coraje, entender lo que pasa en nuestro propio cuerpo. Si no conocemos estas “ideas previas”, que son justamente sobre las que debemos concentrar nuestro más decidido esfuerzo, entonces podríamos estar poniéndole la cola al burro con los ojos vendados. ¡Sería cuestión de suerte!
- ¿Qué ideas hay podido pescar tú acerca del cuerpo humano? Compártelas con nosotros.
- ¿Cómo se determina la forma característica de cada hueso? ¿Cómo lo explicas tú? ¿Qué sabes sobre esto?
domingo, 13 de mayo de 2007
El saber popular del dengue
I
Comenzó un nuevo año; nuevos cursos, nuevas aventuras. Un tema prácticamente excluyente se impuso: el DENGUE. Hubo que salir como desesperado a buscar información. Los estudiantes también hicieron su parte, no solo aportando información sino, sobre todo, planteando preguntas muy agudas. Formuladas de otra manera, algunas preguntas fueron: “¿quién fue primero: el mosquito portador o el humano enfermo de dengue?”, “al poner huevos un mosquito hembra portador del virus, ¿pasa los virus a sus ‘hijos-larva’?”. Todo esto dará motivo a una modesta revisión del tema, que habremos de compartir con ustedes en próximas semanas.
En esta oportunidad me quiero referir justamente al que es nuestro trabajo: enseñar y aprender el tema DENGUE.
II
Luego de una primera etapa de trabajo (alrededor de 3 semanas), quiero poner a consideración la siguiente impresión:
la población uruguaya (a la que pertenecen “nuestros” estudiantes) sabía casi nada o nada sobre el dengue; los organismos estatales competentes (MSP, intendencias) hicieron un bombardeo masivo con información simplificada y eslóganes tales como “al mosquito matémoslo de sed”; luego todo tipo de instituciones y organizaciones multiplicaron este bombardeo; la radio y la televisión tuvieron un lugar preeminente en la difusión de información simplificada; la población recibió esta información, la procesó talvez a través de reformulaciones, “traducciones”, intercambios informales entre las personas; y fue estableciendo "puntos de contacto" entre el discurso de los medios y lo que la gente "de a pie" sabe por el hecho de pertenecer a cierta cultura y a cierto grupo; y así va consolidando un SABER POPULAR bastante homogéneo acerca del tema DENGUE... ¡en poquitas semanas! Porque a la gente (y los profesores también somos gente) no le gusta que le pregunten y que quede como “burra” sin saber qué contestar. Tendríamos una inclinación natural a incorporar “algo” más o menos organizado a nuestro saber, sobre los temas que llegan hasta nosotros... Aunque sea, tener algo para decir.
III
Con los estudiantes de primero trabajamos así:
-Pedí buscar y traer información sobre el dengue.
-Trabajo en pequeños grupos: escribir ideas básicas sobre el dengue, plantear preguntas y dudas, qué hacer para no enfermarse de dengue.
-'Revisando el tema': ¿qué es el dengue?, ¿qué tiene que haber en el barrio para que las personas puedan enfermarse de dengue? Preguntas e inquietudes de los estudiantes son escuchadas y respondidas.
-Esquema en el pizarrón: “ciclo de la enfermedad” solo con dibujos.
Con los estudiantes de segundo trabajamos así:
-Pedí buscar y traer información sobre el dengue.
-Trabajo en pequeños grupos: discutir y escribir ideas básicas y preguntas en un papel grande. Los estudiantes cambiaron de hecho la consigna (porque la mía estaba fuera de alcance) y realizaron “carteleras” sobre dengue.
-'Revisando el tema': fui escribiendo en el pizarrón el “ciclo de la enfermedad dengue” (esquema de flujo), mientras iba explicando conceptos y atendiendo las inquietudes y preguntas de los estudiantes.
-Corrección-devolución de las “carteleras” sobre dengue.
IV
Posteriormente les anuncié a todos los estudiantes (primero y segundo) un escrito que sería múltiple opción. Al armar esta prueba, se me ocurrió tomar las opciones falsas de los trabajos en pequeños grupos que hice en primero. Y dejé una opción en blanco para que ellos la llenaran. ¡Justamente la opción verdadera... era la que tenían que escribir! Y tenían toda esa variedad de opciones erróneas para contrastar y diferenciar esa opción “buena” que yo les pedía.
V
¿Cuál fue el resultado? ¿Cuántos emplearon conceptos científicos del tema DENGUE, con un buen nivel de elaboración, comprensión e información? O sea, cuántos se diferenciaron bastante de ese saber popular del DENGUE:
-Único grupo de primero del liceo "Federico García Lorca" (Malvín, Montevideo) = 6 de 14 (42,9%)
-4 grupos vespertinos de primero del Liceo público nº 20 (Punta Gorda, Montevideo) = Entre 3 y 6 de entre 31 a 34 (9,7% a 17,6%)
-3 grupos vespertinos de segundo del mismo liceo nº 20 = Entre 2 y 6 de 28 (7,1% a 21,4%)
Observación: El grupo que obtuvo el peor resultado en cuanto a elaboración, comprensión e información fue el que corría con la ventaja de haber realizado un “trivia dengue” por iniciativa de uno de sus estudiantes; esto es, debían ser capaces de contestar 14 preguntas básicas sobre el dengue, y luego controlaban con respuestas correctas que se les proporcionaban y que se archivaban en sus cuadernos como material de estudio. Esto sucedió clase anterior al escrito.
VI
¿Qué me parece que pasó?
Ese múltiple opción así planteado tuvo un gusto a "desleal", a trampa. La enorme mayoría de los estudiantes venía con su "saber popular sobre DENGUE" en su cabeza tan consolidado y coherente supongo yo, que, al salir del escrito se decían "¡qué fácil!". Tenían tan "claras" las ideas, que parecía totalmente innecesario tener que preparar este escrito.
Al corregirlos me di cuenta de que "sin querer queriendo" los había atrapado con una gran telaraña. Por ejemplo, frente ala pregunta: "¿qué es el dengue?" muchos deseaban elegir la opción "es un mosquito...", y otros con alguna idea un poco más estudiada querían encontrarse con "es un virus trasmitido por el Aëdes...". Estaban tan convencidos de que las respuestas correctas eran estas que mi consigna se les hizo como intolerable: "todas esas opciones que están impresas ESTÁN EQUIVOCADAS. Piensen en otra diferente. ¡SINO VA A ESTAR MAL!" ¡¡Fue como una traición!!
VII
Para discutir:
Yo trabajé para enseñarles el tema; dediqué un tiempo nada despreciable. Ellos se veían activos e interesados. Yo también. Pero los resultados parecen decir: Los pocos que estaban atentos a los conceptos científicos, pudieron manejarlos con éxito. Talvez en clase incorporaron algún detalle, aclararon alguna duda, pero quizá ya habían aprendido solos o en casa las nociones científicas principales. O logran ser bastante receptivos en clase a la enseñanza. Y los muchos estaban como en un curso paralelo de "saber popular", que no se enteraron de que yo pretendía cuestionarlo y sustituirlo por el saber científico.
Entonces, no hay (o no siempre hay) una relación directa entre enseñar y aprender. Aprender es algo muy delicado y depende mucho de la disposición del que aprende y de su grado de consonancia, compromiso, participación, atención y comprensión de lo que ocurre en el curso con lo que yo quiero enseñar.
Pero lo bueno es que ahora cuento con una buena aproximación a ese saber popular sobre el DENGUE, a esa doctrina rival de la mía que, entre otras cosas dice:
El dengue es un mosquito peligroso que con la primera picadura te provoca una grave enfermedad y en la segunda picadura te puede matar.
Si te pica una vez te causa enfermedad y si te pica dos veces te morís.
Te podés morir cuando te pica por segunda vez porque te bajan mucho las defensas.
La medida más eficaz para prevenir el dengue es usar repelente, no dejarte picar y usar todos los insecticidas adentro de las casas.
No debemos dejar boles ni botellas con agua al aire libre porque el mosquito se alimenta del agua limpia.
VIII
Como dice mi querido amigo y genetista Pablo, "estamos en la primera linea de lucha..." en nuestro complejo pero valioso trabajo por ganarle terreno a esas teorías "espontáneas" que se deslizan con facilidad, ganan nuestro afecto y se aferran endiabladamente.
Esto no es humor en el liceo, es estar por un instante en la creta de la ola del aprendizaje.
Y en el instante siguiente... ¡el revolcón!
Pequeña historia de este blog
Mi amigo y compañero de trabajo Leonardo ofreció sus conocimientos informáticos para ayudarme a hacer realidad esa vieja idea.
Por fin ese boletín con trabajos de los estudiantes nació en octubre de 2005 con el número 1. Falta de tiempo y otros contratiempos me impidieron darle hermanitos a ese primer y único boletín. Pero no fue en vano.
Mi querida amiga Alicia, gran navegante de internet, se armó su blog. Cuando lo visité, enseguida pensé que un blog era justo lo que necesitaba para continuar la idea de publicar trabajos de los estudiantes en internet. Con ventajas: me obligaba a publicar cosas cortas, variadas; a lograr una lectura ágil y un lenguaje sencillo, pensando también en navegantes de la edad de los estudiantes con quienes trabajo: 11 a 15 años. La otra ventaja es que puedo editar y publicar solo, sin necesitar expertos en crear sitios web y en subir material a esos sitios.
Alicia me animó, insistió e instó a entrar en “la blogósfera”, y fue como la partera de “la vida y la ciencia”.
¡Gracias, Leonardo y Alicia, por hacer que el quehacer de los estudiantes y mío traspase las paredes de los salones y se desparrame como botellas con mensaje flotando en el mar!
Alicia es antropóloga. Puedes visitar su blog, hacer comentarios y comunicarte con ella en:
http://antropologiando.blogspot.com/
domingo, 22 de abril de 2007
La reproducción de la madrecita de agua
Es común que, en cada salida de campo al Parque Baroffio, algunos estudiantes se asomen a la cañada que atraviesa dicho parque y vean con regocijo pequeños y poblados cardúmenes de “mojarritas”. Cualquier bolsa o recipiente sirve para capturar con cierto orgullo unos cuantos de estos pequeños peces de agua dulce.
Rosina se los llevó para la casa. Y lo que comenzó siendo una inocente observación de pescaditos archicomunes, terminó como uno de los hallazgos 2006 del laboratorio.
Los biólogos a estas “mojarritas” prefieren darles el nombre común de “madrecitas de agua”. Su nombre científico tengo entendido que es Cnesterodon decenmaculatus. Así los describe Rosina:
Ya pasados varios días en el frasco de vidrio podemos observar: las 6 madrecitas de agua, una hoja de planta acuática y se ven unas pequeñas líneas que es la materia fecal de las mismas.
Pero las madrecitas no estaban solas en su improvisado acuario:
Otra cosa que vi fue que en los vidrios de la pecera había unas babosas finas, algunas negras y otras marrones. Medían aproximadamente 1 cm o algunas menos.
Antes de llenar la pecera le pusimos como unos plásticos en el fondo y arriba de eso 3 caracoles y 6 o 7 piedras. Luego llené la pecera de agua por la mitad y le puse lentejas de agua también sacadas del Parque Baroffio poque me pareció que así se iba formando más el hábitat.
Decidí que si las quiero mantener voy a tener que limpiar una vez por semana la pecera por la cantidad de madrecitas de agua que hay y sobre todo por la cantidad de materia fecal. También tendré que limpiar piedra por piedra y caracol por caracol. Dos por tres con un palito revuelvo suavemente para así cambiar el aire, ya que no tengo aireador. También luego de que yo o mi madre lavemos la pecera, cuando está limpia del todo (piedras y caracoles) y no estén las madrecitas, colocamos una piedra anti-cloro “Dr. Fish" y esa pelotita saca el cloro para que luego las madrecitas no se mueran a causa de ello.
Pero veamos qué pasó un 13 de setiembre de 2006 en la pecera de Rosina:
Mi “objetivo” apunta ahora a algunas preguntas:
¿Cómo se reproducen las madrecitas de agua?
¿Cómo sé el sexo de la misma?
¿Cuánto sería su período de vida?
Comparte lo que sepas acerca de estos peces con nosotros (más preguntas, datos, interpretaciones, consejos de acuicultura, etc.). Así nos ayudarás a continuar esta posible investigación.
Otras pistas
En la escasa bibliografía consultada se mencionan otras especies cercanas: Phalloceros caudomaculatus y Jenynsia spp. El zoólogo uruguayo Raul Vaz-Ferreira (Nuestra Tierra, vol. 23, 1969) escribió que las madrecitas macho introducen el esperma en la hembra utilizando una parte de la aleta anal. También dice que el óvulo es fecundado dentro del óvulo; esto significa que los espermatozoides deben atravesar las paredes del ovario de la hembra para llegar a unirse con el óvulo. Otros peces con esta característica son los llamados “overitos”. ¿Tú sabías esto? ¿No es interesante?
domingo, 15 de abril de 2007
EL MBURUCUYÁ Y LA PASIÓN DE CRISTO
Habrán visto una enredadera con frutos como huevos anaranjados, y con unas flores de color blanco y azul oscuro muy llamativas e interesantes. También escucharon su nombre indígena, mburucuyá. Esta planta tiene otro nombre: pasionaria o flor de la pasión (“flor da paixâo” en portugués y “passion flower” en inglés).
Me pareció un nombre muy romántico. Hasta que me enteré de que no era cualquier pasión, era por la Pasión de Cristo. Los cristianos le llaman Pasión a todo lo que le sucedió a Jesús desde que Judas le dio un beso hasta que murió crucificado. Y la recuerdan especialmente en cada Semana Santa.
El nombre que le pusieron los científicos es Passiflora coerulea L. No hay que saber latín para darse cuenta de que “Passiflora” debe querer decir “flor de la pasión”. Coerulea (se pronuncia “cherulea”) en latín significa “de color azul oscuro”. Y la ”L” al final es por el apellido del científico que le dio este nombre científico. Se llamaba Carl von Linnaeus (le podemos decir “Linneo”), vivió en Suecia durante el siglo XVIII (18), y hace casi 230 años que murió. ¿Habrá sido él quien inventó ese nombre “flor de la pasión”? Seguro que no. Para armar el nombre científico de esta planta, Linneo debió tomar el nombre común que ya habían creado en la cultura europea (o sea, “flor de la pasión”), y distinguió el color azul oscuro dominante en la flor de esta especie.
Esta enredadera vivía muy tranquila desde hace millones de años en esta parte oriental de América del Sur, en bosques bajos cercanos a ríos y arroyos. Mucho más tarde fue conocida por los hombres indígenas que poblaron primero estas tierras. A partir del siglo XVI (16) llegaron los españoles a esta zona de América y algunos se habrán encontraron con esta flor. Avisaron al naturalista que era la persona que estudiaba las plantas y animales, tomaba notas, hacía dibujos, y recolectaba material natural para llevar a su país en Europa. Este naturalista probablemente puso algunas flores y hojas de mburucuyá entre papeles y las prensó para conservarlas secas pero en buen estado, y así llevarlas cuando volviera en barco.
Esta flor se iría haciendo conocida y popular por los recién llegados europeos a estas tierras americanas recién conquistadas. Talvez los indígenas les enseñaron algún uso medicinal de esta planta. Y talvez se enviaron semillas o plantas a España y Portugal y se empezaron a conocer y cultivar también allí. La cosa es que algún europeo ibérico (de la Península Ibérica) aquí en América del Sur, o allá en Europa, al observar detenidamente las flores de esta enredadera, le hicieron acordar fuertemente a la Pasión de Cristo. Pensemos que la religión católica estaba muy metida en la cabeza y en el corazón de la mayoría de estos europeos; era parte fundamental de su cultura. Entonces, no debe extrañarnos que la observación de esta flor activara esta relación con ese hecho tan importante para los cristianos.
Mi querido amigo Alejandro me hizo conocer un libro escrito por un español llamado Juan M. de la Sota, que anduvo por las décadas de 1820 y 1830 estudiando la historia natural y social de nuestro país y de Argentina. Se puso a leer mucha cosa que otros escribieron sobre las plantas y animales que encontraron en esta región del planeta. Así aclara el porqué del nombre “flor de la pasión” dado al mburucuyá:
“El mburucuyá es el portento de las hierbas, la gracia de los prados, el esmero de la naturaleza y el incentivo natural más vivo de la devoción cristiana a la pasión de Jesucristo. Llámanle los españoles granadillo y con nombre más piadoso flor de la pasión”.
“Su flor es el único misterio de las flores porque no excediendo el tamaño de una grande rosa, formó la naturaleza en este breve campo una especie de teatro, en que al natural se hallan simbolizados los principales misterios de la pasión del Redentor. Echa por fundamento cinco hojas más gruesas, verdes en lo exterior y en lo interior sonrosadas: sobre éstas puestas en cruz otras cinco purpúreas por ambas haces. Sobre este trono purpúreo se va armando una especie de pabellón, formado de unos hilos rojos con mezcla de blanco, al que unos llaman corona, otros manojo de azotes. En medio de este pabellón o corona se levanta una columna blanca, como de alabastro, redonda cual si fuera torneada, y remata con gracia en una manzana o bola que tira a ovalada. Del remate de esta corona nacen cinco como expresas llagas distinta cada una de por sí y colgadas de cinco hilos tan perfectos que parece no los pudiera labrar en otra forma el más diestro artífice, bien que en lugar de sangre tienen por la parte superior un polvo sutil dorado, al cual si se aplica el dedo deja en él pintada la misma llaga formada del polvo, como si pudiera estampar con tinta. Sobre la bola ovada del remate de la columna salen tres clavos perfectísimos, fijas sus puntas en dicha bola y sus cuerpos y cabezas pendientes en el aire, que parece se fijaron con industria, si no persuadiese lo contrario la experiencia. Por mostrar con tanta particularidad los misterios de la pasión, le dieron los españoles su nombre. Sus raíces se extienden en forma de cruz y sus sarmientos suben siempre cruzados (…)”.
Fuente: DE LA SOTA, JUAN M. Historia del territorio oriental del Uruguay (tomo I). Ministerio de instrucción pública y previsión social (Biblioteca Artigas). Montevideo, 1965. Páginas 48-50.
¿Quieres ayudarnos?
- ¿Qué quiere decir “mburucuyá” en guaraní? ¿Te animas a averiguarlo y compartirlo con nosotros?
- Necesitamos alguna foto o –mejor- un dibujo de la flor de esta planta, para ilustrar esta nota. Revisa las plantas de mburucuyá que tengas cerca, a ver si todavía le queda alguna flor. Sino, en la próxima primavera te invitamos a observar bien esta flor y hacer tu dibujo, y hacérnoslo llegar.
- ¿Qué más sabes de esta planta? ¿Has visto mburucuyás de flores amarillas o de otro color diferente al común? ¿Has probado o has hecho dulce de Mburucuyá? ¿Has observado la mariposa del mburucuyá buscar esta planta para continuar su ciclo vital? ¿Has visto sus huevos, sus larvas, su pupa? ¿Has tomado algún remedio a base de mburucuyá? ¿Has tomado té de hojas o flores de mburucuyá? ¿Se cultiva en otros continentes? ¿Qué animales has visto comer sus frutos? ¿Has intentado hacer germinar sus semillas? ¿Qué uso le darían los indígenas? Cuéntanos tus experiencias y conocimientos.
sábado, 31 de marzo de 2007
¡Bienvenidos!
I
“Sin estudio no soy nadie”. “Sin estudio no tengo futuro… ni trabajo”. Estas sentencias están grabadas a fuego en el “ser cultural” de mis alumnos. El estudio sigue siendo necesario. Tan necesario como conseguir un pasaporte para salir del país. O tan necesario como jurar la Bandera para después poder hacer nosecuantas cosas cuando sea “grande”. Para muchos el estudio es un trago amargo y largo, un interminable plato de sopa que los que no les gusta la sopa deben tragar para poder llegar a un futuro “razonable”.
Pero, mientras esperamos al futuro, podemos hacer de cuenta que el estudio sirve para algo también ahora en el presente.
II
Para que se ubiquen los estimados navegantes: estamos en la parte SE (sudeste) de Montevideo, capital de Uruguay. Uruguay está entre Brasil y Argentina, y entre el Río de la Plata y el Océano Atlántico Sur.
Quien les escribe es profesor de biología y trabaja en esa parte SE de Montevideo con una cantidad importante de estudiantes de entre 12 y 15 años aproximadamente. Unos comenzaron este año la enseñanza media o secundaria (acá se llama “liceo”); otros ya la comenzaron hace uno o dos años. Nos vemos 2 veces a la semana durante 8 meses. Uno de los objetivos de este blog es ir contándoles las ideas interesantes que van surgiendo de nuestro trabajo en biología, para compartirlas con ustedes.
III
¿En qué consiste nuestro trabajo? Hacemos tareas sobre ciertos temas de la biología. Esas tareas nos llevan a necesitar entender ciertas cosas. Para entender esas cosas hay que buscar información que se adapte lo más posible a lo que precisamos para entender. También hay que observar, preguntarse, discutir, en una palabra: investigar. Querer saber.
Los trabajos, o sea, las tareas hechas, y las discusiones que se hacen para llegar a ciertas ideas importantes, son “producciones nuevas”. Son conocimientos que talvez no sean “novedosos”, porque otras personas ya llegaron hace tiempo a darse cuenta de lo mismo que nosotros nos damos cuenta ahora. Pero "curso" significa "camino" y los estudiantes hacemos "camino al andar" y vamos dándole una mirada nueva -en nuestro aprendizaje- a cosas que otros pueden haber visto ya, pero con otra mirada, en otro momento y situación, con otro punto de partida...
Para ser más claro voy a poner un ejemplo.
IV
Un europeo llamado Ramón viaja a América. Cuando regresa a su país en Europa, sus vecinos le preguntan dónde estuvo todos esos días que no lo vieron. Él responde que estuvo de viaje por América. Sus vecinos nunca estuvieron en América. ¿Qué hizo Ramón?
Ramón invitó a sus vecinos a su casa, les mostró fotos de su viaje por América, les contó varias anécdotas muy entretenidas y les convidó con algunas cosas de beber y comer que compró durante el viaje. Los vecinos quedaron interesados y querían saber más sobre América.
Ramón y los vecinos no se reunieron, nadie preguntó, nadie contó nada porque Ramón no descubrió América ni encontró cosas que no se hubieran conocido ya. América ya había sido descubierta hace más de 500 años y muchos viajeros la visitaron y vieron todo lo que había que ver.
Si yo fuera Ramón invitaría a mis vecinos a compartir con ellos las cosas que me han parecido valiosas (opción A), que fui encontrando en el camino. Y digo compartir porque me encantaría saber de los caminos, vistas y miradas de ustedes: estudiantes-compañeros-caminantes-vecinos.En nombre de todos los estudiantes a los que estoy felizmente vinculado, y en nombre del "laboratorio virtual de ciencias naturales" que nos nuclea,